Homo moneta

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miércoles, 24 de febrero de 2010

Stiglitz vs. Strauss-Kahn

La crisis financiera que nos ocupa en el presente ha generado un caos del cual han surgido una gran diversidad de ideas, podemos citar por ejemplo las iniciativas de Barack Obama y Paul Volcker, el impuesto Tobin, los títulos híbridos CoCo's, o la creación de agencias para la protección de los usuarios del sistema financiero en los Estados Unidos y el Reino Unido. Algunas de estas propuestas buscan fortalecer el régimen interno de sistemas en particular mientras que otras tienen el objetivo de sentar las bases para la coordinación internacional en materia de regulación financiera. En este contexto se ha generado un gran debate sobre cual debe ser la prioridad de los reguladores en los años venideros al momento de plantear sus propuestas. Para ilustrar este debate de forma sencilla me serviré de las opiniones particulares de dos protagonistas de dicho debate: El Premio Nobel de Economía 2001 Joseph Stiglitz y el director del Fondo Monetario Internacional Dominique Strauss-Kahn.
Por un lado, Joseph Stiglitz argumenta que, a pesar de que existen regulaciones laxas alrededor del mundo como en el caso de Islandia, todos los esfuerzos para conseguir la coordinación internacional en materia de regulación financiera han consumido ya demasiado tiempo, se ha hablado de coordinación desde los años 70 y 80's y a pesar de ello poco se pudo hacer para evitar la presente crisis. En este mismo sentido Stiglitz considera que otro obstáculo para la coordinación internacional es la gran diversidad de prioridades que existen. Por ejemplo, el gobernador del Banco de Inglaterra Mervyn King y otros académicos advirtieron sobre el problema de los bancos demasiado grandes para quebrar o demasiado interrelacionados para ello, pero antes de la propuesta de Barack Obama ningún Estado del G20 buscaba entrar en conflicto con sus grandes bancos, también hay que considerar que elementos protagónicos de la debacle financiera como lo son los derivados Over-the-Counter no han sido objeto de grandes esfuerzos. La competitividad también juega un papel crucial en este retraso. Tal como pudimos presenciar durante el desarrollo de los Acuerdos de Basilea, independientemente de las diferencias históricas y culturales que llevaron al desarrollo de los sistemas financieros en particular, todo Estado busca favorecer mecanismos y regulaciones que lo coloquen en un estado de ventaja en relación con los demás. Con esto en mente Joseph E. Stiglitz afirma que lo búsqueda de la cara coordinación internacional es la receta perfecta para la parálisis concluyendo así que para llevar a buen puerto los esfuerzos internacionales es necesario sentar bases sólidas sobre las cuales cada sistema pueda contribuir a la armonía financiera internacional, después de todo, cada Estado tiene la obligación de establecer la seguridad y estabilidad de su correspondiente sistema financiero para así proteger a sus ciudadanos.
Por el otro lado Strauss-Kahn argumenta que lo complicado en el mundo financiero de hoy es que cada sistema financiero en particular forma parte de un sistema global mayor y afirma que la mayor lección que deja la Crisis Subprime es que la coordinación es más eficiente que los esfuerzos unilaterales. El director del FMI recurre al ejemplo de las medidas unilaterales adoptadas por diversos Estados con relación a los bancos foráneos que operan en su territorio exigiéndoles a través de estas un nivel de liquidez superior para hacer frente a un potencial congelamiento en la recaudación de fondos en el mercado local. Desafortunadamente este tipo de medidas no consideran que los bancos que operan bajo un modelo global administran su liquidez y riesgos bajo ese contexto. De esta forma, medidas como la antes mencionada pueden resultar en una caída en la capacidad de intermediación de estas instituciones provocando así que sus costos se eleven en detrimento de le economía internacional. Además, las medidas unilaterales no han sido capaces de contemplar los mecanismos a seguir cuando un banco internacional se encuentra en problemas ya que el desafío implica determinar la competencia de las autoridades fiscales, la potencial liquidación y los usos y costumbres de la banca internacional. Finalmente, Dominique Strauss-Kahn exhorta a los reguladores a nivel internacional a conseguir y respaldar un acuerdo en materia de regulación prudencial bajo el Comité de Basilea y la Junta de Estabilidad Financiera para así acelerar el establecimiento de reglas que permitan la coordinación global.
Ustedes ¿qué opinan?

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